En el contexto de una institución educativa, la Autoevaluación es el análisis global y sistemático que ésta hace de sus definiciones, su planificación, sus procesos, sus actividades y sus resultados de acuerdo a ciertos criterios o referentes.
La autoevaluación es una oportunidad de desarrollo profesional de los miembros de la organización y debe ser una práctica profesional e institucional de la que todos aprenden para el mejoramiento de la organización, de sus procesos y productos. La autoevaluación debe ser una instancia beneficiosa para la institución educativa que la emprende.
Dicho de otro modo, la autoevaluación es una práctica de interrogación y reflexión colectiva emprendida por los miembros de la organización, para comprender la racionalidad y sentido de sus prácticas y modos de ser y relacionarse, en el contexto organizacional.
El hecho que la autoevaluación no sea un procedimiento generalizado radica, muchas veces, en la incipiente consideración, al interior de los establecimientos educacionales, del valor que tiene el verdadero trabajo de colaboración en pro de la optimización de la gestión.
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La autoevaluación es el primero de tres procesos diseñados para mejorar la calidad de la educación. Tres procesos íntimamente relacionados basados en la teoría de la calidad total.
Para la autoevaluación institucional hemos establecido un procedimiento que al aplicarse permitirá conocer la calidad de la gestión de la institución sus posibles necesidades de mejoramiento y la cercanía existente con el estándar de calidad de la Institución que otorgará la Certificación.
El consultor de Edugestión tendrá la misión de: - guiar a la Institución a través del proceso de autoevaluación, - generar en todo momento en la institución una cultura de compromiso con los fines de la institución y - compromiso con el mejoramiento continuo, en el que la calidad del trabajo de cada cual se manifieste en la capacidad de aprender, - proponer nuevas ideas, de adaptarse a nuevas circunstancias y, en definitiva, - ayudar a entender la propia actividad como parte de un proceso de agregación de valor que contribuye, en la suma de todos los procesos, a que la organización cumpla permanentemente sus objetivos de la mejor manera posible.
Si la autoevaluación se asume como una amenaza, una fiscalización, una intromisión o una imposición, ciertamente este será un factor que afecte negativamente el proceso global. Por otro lado si la autoevaluación se asume como un espacio de revisión y diagnóstico en pro de la optimización de los procesos en el establecimiento, indudablemente ello representará un factor positivo en función del éxito.
En el caso del Sistema de Certificación en Gestión Escolar, para la autoevaluación existen instrumentos que han sido diseñados con este fin.
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